
Por Redacción —
José Luis Espert, líder de La Libertad Avanza, atraviesa un momento complicado en su campaña electoral luego de la controversia causada por los audios comprometedores de Diego Spagnuolo, su candidato a diputado nacional.
Aunque el legislador inició la contienda con un fuerte respaldo popular, su desempeño comenzó a decaer considerablemente tras incidentes como su presencia en el acto de Javier Milei en Junín, donde provocó a militantes peronistas presentes en el teatro. La filtración de los audios de Spagnuolo, ex jefe de la Agencia Nacional de Discapacidad, fue un golpe decisivo para su imagen.
Este escándalo impactó directamente a Espert, quien fue el nexo entre Spagnuolo y Milei. Según reportes, el propio Espert expresó: "Me cagaron la campaña" ante la repercusión negativa.
Posteriormente, durante una caravana en Lomas, Espert hubo de escapar en una motocicleta conducida por un militante libertario sin casco. Se reveló que este motociclista, además, es un barrabrava del club Comunicaciones acusado de intento de homicidio contra un dirigente deportivo, lo que agravó la polémica.
Los medios de comunicación, que inicialmente fueron un espacio favorable para Espert, se tornaron incómodos, cuestionándolo reiteradamente sobre su relación con Spagnuolo. El ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad había compartido publicaciones en redes sociales calificando a Espert y a su esposa como su "segunda familia".
En los primeros días de septiembre, el precandidato mostró signos de desgaste tras múltiples preguntas sobre su vínculo con Spagnuolo y, visiblemente molesto, respondió en una entrevista televisiva: "No me rompan las bolas con Spagnuolo".
En menos de un mes, la intención de voto para Espert se desplomó. De comenzar con ventaja frente a Jorge Taiana, candidato peronista, ahora se encuentra ocho puntos por debajo en las encuestas.
En respuesta a esta situación, Espert intentó reposicionarse esta semana abordando temas sensibles como el triple femicidio en Florencio Varela, criticando duramente al gobernador Axel Kicillof y describiendo a Buenos Aires como "una villa miseria, una cloaca a cielo abierto". No obstante, desde la administración provincial evitaron hacer declaraciones al respecto.
Además, el viernes pasado tuvo que aclarar su postura respecto a la reciente y corta eliminación de retenciones, que generó enojo en el sector agropecuario. Comentó: "Entiendo el enojo. ¿Me gustó? No, no me gustó. Yo vendí todo lo que tenía que vender con mis hermanos, que trabajamos en el campo, con retenciones al 26%". Intentó atenuar la controversia diciendo que "el medio vaso lleno es mucho más grande que el medio vaso vacío" y remarcó que "este es un Gobierno que por primera vez en 30 años reduce las retenciones agropecuarias".