
Por Redacción —
En un acto cargado de memoria y fervor político, Cristina Fernández de Kirchner rememoró los 69 años desde los fusilamientos en José León Suárez y lanzó duras críticas al gobierno actual, al Poder Judicial y a los grandes medios de comunicación. En su discurso, que tuvo como eje la reivindicación del peronismo, instó a la militancia a una organización firme frente al actual ajuste económico.
Desde el escenario, la expresidenta regresó con fuerza al debate político, denunciando una persecución judicial que, en sus palabras, se asemeja a métodos represivos del pasado. Relacionó los hechos históricos con las prácticas políticas contemporáneas, advirtiendo sobre las estrategias actuales de disciplinamiento político.
“Estoy sentada acá porque soy una fusilada que vive. No me alcanza la vida para agradecer a Dios estar viva”, afirmó, haciendo alusión a los fusilamientos de 1956 en José León Suárez. Destacó, además, que este año por primera vez el Partido Justicialista reconocerá oficialmente a esas víctimas. “La casualidad no es una categoría política. Los hechos confirman esta idea”, añadió.
En un recorrido histórico, la líder peronista recordó que la persecución política no comenzó con la división conocida como “grieta” en 2003: “Fusilaban gente por ser peronista. En esta generación digital instalaron que la grieta nació con Kirchner, pero estas cosas ya ocurrían en el país”.
Críticas al modelo económico y al gobierno actual
Cristina Kirchner fue contundente al evaluar la actualidad económica y el rumbo del gobierno de Javier Milei, al que calificó de “gobierno cachivache”.
“Este modelo tiene fecha de vencimiento. Es una copia de lo que hizo Martínez de Hoz y la convertibilidad de los ’90. Bastó que hace una semana anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios”, subrayó la exmandataria.
Advirtió que existe una estrategia clara para impedir la organización política y popular frente a un plan de ajuste, y calificó esta maniobra como destinada a evitar que, en caso de fracaso, no haya resistencia organizada ni riesgo para los grupos hegemónicos.
En ese contexto, mencionó a Clarín y Telecom como actores fundamentales en el poder económico actual, señalando además que el rol que antiguamente ejercían los golpes militares hoy lo cumple el denominado “partido judicial”.
“Ahora ya no son necesarios los golpes de Estado. Cambiaron de partido: es el Partido Judicial. En este caso, la Corte, la guardia pretoriana del poder económico”, afirmó.
En una parte más personal de su alocución, Cristina se refirió a las causas legales en su contra: “Al abogado de Irigoyen lo pusieron preso, espero que al mío no”. Y añadió con énfasis: “Estar presa es un certificado de dignidad política, mientras caminen libres los que endeudaron al país con autopistas y parques eólicos”.
Además, criticó lo que denominó “la derecha mafiosa”: “Se profugan tres años, organizan mesas judiciales para perseguir y encarcelar empresarios, y cuando vuelven al país, los excarcelan y los sobreseen. Los peronistas estamos acá y vamos a seguir estando, le guste a quien le guste”.
Finalmente, Cristina Kirchner lanzó un llamado apasionado a la militancia para que se organice más allá del calendario electoral: “No somos sólo militantes electorales, sino políticos. Hay que interpretar y decodificar lo que estamos viviendo. La gente tiene muchos problemas y los sectores más jóvenes desconocen parte de la historia”.
Con un mensaje de esperanza concluyó: “El pueblo siempre regresa. Tal vez con distintos nombres y formas. Es nuestra obligación como militantes estar ahí, como lo hicimos en 2015 y estuvimos a punto de lograrlo en 2023. En nombre de esa Argentina que construimos con Néstor Kirchner, gracias a todos y todas”.