
Por Redacción —
Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, se refirió esta semana a la crisis interna del peronismo tras un controvertido cierre de listas marcado por divisiones internas. Calificó esta situación como "un tema superado", al menos hasta después de las próximas elecciones provinciales y nacionales.
Kicillof afirmó que el peronismo y el campo popular están protagonizando una disputa interna saludable que aborda formas organizativas, programas políticos, comunicación y conexión con la juventud, sin abandonar su esencia doctrinal. Destacó que esta autocrítica es comprensible tras la experiencia del gobierno de Alberto Fernández y la pérdida del poder nacional: "Salió mal, y eso nos obliga a repensar y reformular".
El gobernador explicó que en la Provincia se decidió dejar en pausa esas disputas para avanzar con una estrategia unificada: "Se definió ir con una sola lista, a pesar de las diferencias y con la condena de Cristina como un hecho consumado. Todos los sectores acordaron buscar una lista única para decirle basta a Milei".
Kicillof destacó que esta postura impidió la división del peronismo frente a un frente unido del PRO y La Libertad Avanza, generando entusiasmo en la militancia: "Hay mucha energía porque evitamos la fragmentación del peronismo. Hoy compartimos un objetivo común: lograr el mejor resultado en Buenos Aires".
Asimismo, pidió un análisis profundo y sincero del rumbo del peronismo: "Es necesario repensar, debatir y actualizar nuestros enfoques. Si no nos adaptamos, será complicado representar a la ciudadanía". Señaló que estas discusiones deben ser "profundas, fraternas y reservadas para evitar que se conviertan en un espectáculo que beneficie a Milei".
Reconociendo el descontento hacia la dirigencia actual, el gobernador enfatizó en la necesidad de militancia: "Macho, a militar. ¿No te gusta? ¿Qué querías poner? ¿Qué ingeniería tenías en mente? Toda la dirigencia está en decadencia y eso hay que discutirlo. No rechazo las críticas, pero ahora tenemos una tarea importante con un instrumento sólido en Buenos Aires".
Con la consigna de dejar momentáneamente de lado las internas, pidió: "Dejemos las discusiones para después. Algunos se sentirán incómodos o no sabrán qué se debate, pero si gana Milei sufriremos un desastre mayor. Unidos, podemos sentar bases más duraderas".