
Por Redacción —
Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de Argentina, abrió las puertas de su residencia para recibir al actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un encuentro que definió como un acto político de solidaridad frente a la preocupante deriva autoritaria que, según denunció, atraviesa la nación.
En un comunicado compartido en sus redes sociales, la exmandataria afirmó: “Hoy recibí al compañero Lula en mi casa, donde me encuentro detenida por una decisión del Poder Judicial que evidente y manifiestamente se alinea con intereses políticos y económicos”. Rememoró que el líder brasileño también fue objeto de una fuerte persecución judicial y mediática, que culminó en prisión antes de retomar el poder con el respaldo popular.
“Esta visita trasciende lo personal y se constituye en un acto político de solidaridad”, subrayó Cristina.
Durante su mensaje, Fernández de Kirchner alertó que Argentina enfrenta un proceso de terrorismo de Estado de baja intensidad bajo la administración del presidente Javier Milei, a quien acusó de socavar la democracia desde sus propias entrañas.
Criticó en particular las recientes detenciones de militantes, muchas de ellas mujeres, promovidas a partir de denuncias impulsadas por el diputado José Luis Espert. “El hostigamiento del 18 de junio a quienes marchaban hacia Plaza de Mayo es prueba palpable de esta ofensiva”, agregó.
También manifestó preocupación por el aumento de la censura en medios de comunicación. Citó a Reporteros Sin Fronteras, que situó a Argentina como el país con el mayor retroceso en libertad de expresión a nivel regional. “El objetivo es silenciar voces, impedir que los líderes opositores se expresen y neutralizar la organización popular”, advirtió.
La expresidenta abordó el caso del periodista gráfico Pablo Grillo, gravemente herido mientras cubría una marcha de jubilados, y denunció un plan gubernamental para implementar un sistema de inteligencia que permita espiar ciudadanos sin orden judicial.
Además, mencionó proyectos de ley que habilitarían la vigilancia en redes sociales y la ejecución de arrestos preventivos. Reprochó la intención del Ejecutivo de transformar al país en un “experimento regional”, basado en reformas que incluyen la subordinación al FMI, privatización de empresas estatales y un marcado recorte salarial real.
A pesar del adverso contexto, Cristina manifestó confianza en la fuerza organizativa de los sectores populares: “Como los miles que colmaron Plaza de Mayo el 18 de junio, sabemos que si el pueblo se une y se defiende, no podrán avanzar”.
Concluyó su mensaje con una crítica directa al aumento tarifario del 6,4% anunciado en medio de una ola de frío intenso. “¿Eso es todo lo que se te ocurre, Milei? ¿Sumar otro recargo cuando la gente apaga la estufa? Mar del Plata se quedó sin gas y vos seguís vendiendo humo… Lástima que no calienta”, expresó con contundencia.