Por Redacción —
En la madrugada del pasado lunes, las trabajadoras del bar "Berlín", una reconocida cervecería con cenas show, fueron víctimas de una terrible agresión física al terminar su jornada laboral en el establecimiento situado en la Av. Carlos Casares 500, Rafael Castillo.
La encargada del lugar explicó que los agresores son hermanos; uno de ellos pertenece a la Policía bonaerense y el otro se desempeña como instructor de artes marciales.
Un sujeto que sería #policía de la #Bonaerense y un profesor de #kickboxing, agredieron de manera salvaje a las empleadas de un bar en #LaMatanza @LaMatanzaMunic @FerEspinozaOK @JaviAlonsook @MinSeguridad_Ar @justiciayddhhBA pic.twitter.com/MDH7vlLEeT
— Buenos Aires Noticia (@buenosaires_n) August 7, 2025
Según relató la encargada, los inconvenientes iniciaron pasada la medianoche, cuando ambos ingresaron al local acompañados de sus parejas y amigos para presenciar la presentación del reconocido cantante de cumbia Daniel Agostini. Aunque llegaron después del tiempo límite para conservar sus reservas, los responsables les permitieron el ingreso y los ubicaron en una mesa.
Más tarde, uno de los hombres, identificado como Luis, infringió las normas del establecimiento al intentar mantenerse de pie cerca del escenario. Tanto la encargada como una camarera le solicitaron en dos oportunidades que volviera a su mesa y respetara la regla que prohibía esa conducta.
Visiblemente molesto y aparentemente bajo los efectos del alcohol, Luis empujó a Daniela, una de las empleadas, aunque finalmente regresó a su lugar asignado.
Alrededor de las 2 de la madrugada, cuando el bar "Berlín" comenzaba a cerrar, el grupo intentó marcharse sin abonar lo consumido.
En ese instante, tal como muestran las imágenes difundidas, los dos hermanos atacaron de forma cobarde y brutal a Daniela y demás camareras. Luis, el presunto instructor de kickboxing, propinó múltiples puñetazos a una de las mozas y una fuerte patada en la rodilla a Daniela.
Tras momentos intensos de violencia extrema, los agresores huyeron del lugar, y los encargados inmediatamente realizaron la denuncia en la comisaría correspondiente.
Los empleados remarcaron que ambos agresores, entre ellos un efectivo policial, son personas conocidas en la zona y se encontraban en estado de ebriedad en el momento de los hechos.