
Por Redacción —
La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) ha logrado una significativa reducción en el stock de saldos a favor (SAF) de sus contribuyentes en el impuesto sobre los Ingresos Brutos. Este avance forma parte de un nuevo sistema que optimiza la devolución de créditos, previene acumulaciones excesivas y ofrece mayor certidumbre a los actores económicos.
Actualmente, ARBA reporta que el stock de saldos a favor —créditos que resultan de adelantos mediante retenciones, percepciones y recaudaciones bancarias— se sitúa en un nivel históricamente bajo, equivalente a menos de 0,9 meses de pagos al impuesto, comparado con el inicio de la gestión donde superaba los tres meses. Esta disminución sustancial libera liquidez para las empresas, reduce sus costos financieros y mejora la salud económica del entramado productivo de la provincia.
En un análisis comparativo, según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), en promedio las provincias del país mantienen un saldo a favor cercano a 1,6 meses del impuesto, posicionando a Buenos Aires como referente en esta materia.
Este progreso deriva de un plan integral implementado tras la llegada del gobernador Axel Kicillof, que ha contemplado múltiples medidas para racionalizar la gestión de los adelantos. Entre las estrategias destacan:
Además, se avanzó en la digitalización completa de los procesos de devolución, acortando los plazos y facilitando que el sector privado reciba los créditos pendientes de forma más ágil. La implementación del Régimen Simplificado de Ingresos Brutos también contribuyó al excluir a monotributistas de regímenes complejos, ordenando el sistema tributario.
Estas acciones conjuntas permitieron que durante la gestión se devolviera al sector productivo un monto superior a $1 billón, consolidando así un mecanismo fiscal más equilibrado y previsible.
Como siguiente etapa, ARBA lanzará el régimen denominado "Riesgo 0, SAF 0", diseñado para profundizar el cambio estructural. Este modelo incorpora ajustes automáticos en las alícuotas basados en el cumplimiento fiscal de cada contribuyente, reducciones de oficio frente a adelantos excesivos, y sistemas de monitoreo constante para prevenir nuevas acumulaciones, con énfasis especial en pequeñas y medianas empresas y sectores en situación de declive económico.
Al respecto, un vocero del organismo señaló: "Este es un cambio estructural que mejora la experiencia de las y los contribuyentes, reduce las distorsiones financieras en la recaudación del impuesto a los IIBB y fortalece la recaudación genuina para sostener obras y servicios públicos". Además, destacó que la iniciativa es resultado de la definición política encabezada por el gobernador Kicillof, centrada en simplificar, disminuir cargas innecesarias y hacer más equitativo el sistema tributario.