Por Redacción —
Conozca cómo el ritual de la caña con ruda fortalece la energía y protege según una tradición milenaria.
El 1° de agosto se celebra en diversos rincones de América Latina el Día de la Pachamama, una ocasión especial para reconectar profundamente con la tierra y sus ciclos naturales. El término «Pachamama» proviene del idioma quechua y significa literalmente «Madre Tierra» o «Madre del Mundo». Para las culturas originarias, esta deidad simboliza la fuerza que nutre, protege y sostiene la vida en todas sus formas, y por ello es honrada con respeto, gratitud y cuidado constante.
Durante esta jornada, tanto comunidades indígenas como familias realizan ofrendas sinceras para expresar agradecimiento por los bienes recibidos, además de solicitar salud, prosperidad y buenas cosechas. Estas costumbres ancestrales se mantienen vigentes y fortalecen el lazo espiritual y cultural con la naturaleza.
Entre las prácticas más difundidas destaca el ritual de la caña con ruda, que consiste en consumir en ayunas un pequeño sorbo de esta bebida preparada con hojas de ruda maceradas en caña o aguardiente. La tradición sostiene que esta infusión tiene la capacidad de ahuyentar los males típicos del invierno, prevenir enfermedades y atraer la buena fortuna. Para muchos, este acto representa también una forma de purificar tanto el cuerpo como el espíritu, renovando energías para enfrentar los meses venideros.
Así, el 1° de agosto se convierte en un día dedicado a la reflexión, el respeto y la gratitud hacia la tierra y su invaluable energía vital, consolidando prácticas que honran la sabiduría ancestral y el compromiso sostenible con nuestro entorno.
Publicidad
Publicidad
