Brutal asalto en Ramos Mejía: dos mujeres atacadas al subir a su vehículo

La mañana del miércoles se vio sacudida por un grave episodio de inseguridad en Ramos Mejía. Tres delincuentes, desplazándose en un auto gris con vidrios polarizados, sorprendieron a dos vecinas cuando ingresaban a una camioneta para asaltarlas de forma brutal y arrebatarles sus pertenencias.

Este impactante suceso tuvo lugar a unas doce cuadras del lugar donde, el martes 14, una banda criminal en fuga chocó dos vehículos y robó uno de ellos para continuar su escape. (Más información sobre aquel hecho en Ramos Mejía).

Alrededor de las 11:30, Macarena y una amiga estaban realizando algunas compras cuando, al subir a su vehículo estacionado en la calle General Roca, fueron abordadas por tres hombres que descendieron súbitamente de un automóvil a su lado.

Dos mujeres sufrieron un brutal asalto callejero en #RamosMejía. Una de las víctimas cayó al pavimento el ratero aprovechó el momento para arrancarle la riñonera@LaMatanzaMunic @FerEspinozaOK @MinSeguridad_Ar @justiciayddhhBA @JaviAlonsook pic.twitter.com/wPTblNohio

— Buenos Aires Noticia (@buenosaires_n) October 23, 2025

Dos de los atacantes, sin cubrir sus rostros, amenazaron a las mujeres con armas de fuego y las obligaron a entregar sus objetos personales. A pesar de resistirse y tratar de huir, ambas fueron alcanzadas cerca de la intersección con Teodoro García.

Desde el vehículo, uno de los ladrones gritaba: "Quemala, quemala", incitando la violencia mientras esperaban a que sus cómplices completaran el atraco.

En imágenes del hecho, se puede ver cómo Macarena cayó al suelo y uno de los atacantes rápidamente intentó arrebatarle sus objetos de valor. Simultáneamente, la amiga forcejeó con otro ladrón, que la empujó contra un auto estacionado y le quitó violentamente la riñonera donde llevaba su dinero, teléfono y documentos.

A pesar del ataque, al activar la alarma vecinal, Macarena logró forzar la huida de los delincuentes, quienes no pudieron llevarse el vehículo.

Hasta ahora, los agresores siguen sin ser identificados y continúan en libertad, poniendo en riesgo a la comunidad con sus actos delictivos.

Las mujeres afectadas, aterrorizadas, permanecen en sus hogares mientras se recuperan de lesiones y golpes resultantes del violento asalto.