Inseguridad local
Dos violentos asaltos sacuden a un kiosco en Mar del Plata y generan alarma en la zona
En pocos días, el comercio fue blanco de dos robos a mano armada donde sustrajeron efectivo y productos, y la empleada recibió amenazas con armas.

Por Redacción —
Un kiosco de la Avenida Libertad, en el barrio Villa Primera de Mar del Plata, fue víctima recurrente de la inseguridad local. En un lapso de pocas semanas, y a plena luz del día, el comercio sufrió dos robos exprés con armas de fuego, donde los delincuentes se llevaron tanto la recaudación como mercadería.
En ambas ocasiones, quien enfrentó el trago amargo fue la misma empleada del kiosco, que fue amenazada y forzada a colaborar con los asaltantes.
Un kiosco de #MardelPlata es el cajero automático de los delincuentes. El comercio sufrió dos asaltos en pocos días. Se llevaron dinero y mercadería. La empleada fue amenazada con armas de fuego y no se pudo resistir a que la lleven a la trastienda@seguridadmgp @gmontenegro_ok pic.twitter.com/byaRroKJ66
— Buenos Aires Noticia (@buenosaires_n) September 12, 2025
En el último incidente, un hombre que llevaba cubierta su cara con un cuello polar y capucha, amenazó a la joven empleada con un revólver para exigirle la entrega del dinero recaudado.
Afortunadamente, el asaltante no cruzó el mostrador. Tras aproximadamente 30 segundos de tensión, escapó con el dinero que la joven le entregó sin oponer resistencia.
En el primer suceso, participaron dos individuos encapuchados que sacaron un arma oculta dentro de una mochila y amenazaron a la empleada para que no hiciera ruidos y se dirigiera al fondo del local.
Una vez reducida la joven, los atacantes se dirigieron hasta la caja registradora donde, durante varios segundos, sustrajeron la recaudación y revisaron los estantes en busca de teléfonos y otros objetos de valor.
Antes de huir, se llevaron bebidas del refrigerador y snacks exhibidos, mostrando un claro desprecio por la seguridad y la tranquilidad de los vecinos.
Hasta el momento, los responsables de estos delitos permanecen prófugos y sin ser identificados, mientras que los habitantes y comerciantes de la zona expresan su preocupación y reclaman mayor presencia policial.
"La policía no patrulla ni camina las calles, de esta forma es imposible que se pueda garantizar la seguridad", denunciaron varios vecinos afectados.